👻 El sabor fantasma: cuando todavía “saboreás” algo que ya no está

El “sabor fantasma” —o phantom taste perception— es una experiencia sensorial curiosa: sentís un sabor persistente en la boca incluso cuando ya no hay comida ni bebida presente. A veces es agradable, otras veces molesto, pero siempre intrigante.

🔍 ¿Qué dice la ciencia?

La experta Linda Bartoshuk (Universidad de Florida) explica que este fenómeno ocurre cuando se pierde inhibición en ciertas vías gustativas: normalmente unas señales inhiben a otras, pero si esa inhibición falla, surge lo que llamamos sabor fantasma.

Otro estudio, liderado por la Dra. Martha Skinner de la Universidad de Nottingham, relata que hasta el 50 % de las personas se identifican como “thermal tasters”, que sienten sabores fantasmas al contacto con temperaturas calientes o frías.

⚠️ ¿Por qué genera rechazo?

El sabor fantasma tiene algo de disonancia: tu mente detecta un sabor sin estímulo real, lo que puede sentirse extraño o alarmante.

Evolutivamente, sentir sabores inusuales podría ser una señal de alerta: infección, contaminación o daños en la boca o vías gustativas.

💡 ¿En qué situaciones suele ocurrir?

Tras resfriados, sinusitis o congestión nasal, que bloquean el olfato retronasal, se altera la percepción del sabor y los recuerdos gustativos pueden aflorar.

Después de tratamientos médicos o con ciertos medicamentos que dañan fibras nerviosas del gusto.

Personas con sensibilidad especial a cambios de temperatura (thermal tasters) informan sabores fantasmas al comer alimentos muy fríos o muy calientes.

🔬 En Lelê Escuela Sommelier de Sabores creemos que:

El sabor fantasma no es solo una curiosidad médica, sino una ventana fascinante para entender que el sabor es un fenómeno eminentemente cerebral. No sólo lo que entra en la boca cuenta, sino lo que el sistema nervioso condiciona, lo que esperamos y lo que nos recuerda.

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