𝐊𝐨𝐤𝐮𝐦𝐢: 𝐥𝐚 𝐑𝐞𝐯𝐨𝐥𝐮𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐂𝐨𝐜𝐢𝐧𝐚!!!
Cuando hablamos de los sabores básicos, pensamos en dulce, salado, ácido, amargo y umami. Sin embargo, en el fascinante mundo de la gastronomía y la ciencia de los alimentos, se ha identificado un concepto que, sin ser un sabor adicional, potencia y transforma la experiencia gustativa: el kokumi. Originario de Japón, este término describe una sensación que amplifica la riqueza y profundidad de los sabores en los alimentos.
Este fenómeno ocurre gracias a ciertos compuestos naturales, como los péptidos presentes en alimentos como:
– Ajo y cebolla (en sus versiones crudas o cocidas).
– Quesos añejos como el parmesano.
– Sopas y caldos largos que desarrollan umami.
Estos compuestos interactúan con los receptores de calcio en nuestra lengua, lo que incrementa la percepción de riqueza y persistencia en los alimentos.
¿Cómo se Experimenta el Kokumi?
Al probar alimentos ricos en kokumi, las notas de sabor se perciben más intensas y equilibradas. Algunos ejemplos cotidianos donde el kokumi está presente:
– Un caldo de pollo casero que se siente “completo” y reconfortante.
– Guisos o estofados que parecen llenar el paladar con capas de sabor.
El kokumi ha despertado el interés de chefs y científicos, no solo por su capacidad de mejorar los sabores de los alimentos, sino también por su potencial como herramienta para desarrollar alternativas más saludables. Por ejemplo:
– Reducir el sodio en alimentos procesados mientras se mantiene el sabor.
– Potenciar platos vegetarianos o veganos, especialmente caldos y salsas.
– Crear experiencias gastronómicas más intensas con menos ingredientes.
El kokumi no solo redefine la riqueza del sabor, sino que nos invita a pensar en la comida como una experiencia multisensorial más compleja y satisfactoria.
¿Has probado un plato que te haya dejado una sensación de redondez y plenitud en el sabor?