Recuerdos y Sabores
Se acerca el Fin de Año y los recuerdos se ponen a flor de piel. Seguramente no faltará en la mesa el tradicional Vitel Tonel, y casi instantáneamente al saborear el primer bocado, nuestra mente retrocederá en el tiempo, recordando navidades pasadas, llevándonos a nuestra infancia, disfrutando la comida de la abuela, de nuestros padres o de alguna tía.
Algunas escuelas científicas, nos dicen que esto ocurre porque en la percepción del sabor se involucran los cinco sentidos, sumado a la conexión directa del gusto con el cerebro, escenario más que propicio para grabar a fuego recuerdos de los momentos compartidos en torno a la mesa.
Otras líneas nos explican que la memoria del gustativa tiende a ser la más fuerte de las memorias asociativas, debido a algo denominado: aversión condicionada al sabor, una capacidad evolutiva desarrollada para sobrevivir.
De una manera u otra, el sabor va dejando trazos en nuestras vidas en una bitácora que evoca en nuestra cabeza, bocado tras bocado, los momentos que han construido la escencia de nuestro espíritu.